Una vez, un chico que cuidaba el rebaño de su familia, mando a todas las cabras al corral, pero una muy alegada del grupo, comiendo hierba muy tranquilamente.
El Cabrero impaciente por llegar a casa, cogió una piedra y se la lanzo hacia la cabra, para su mala suerte callo en el cuerno quien la roca se la rompió.
El chico muy asustado por su error y temiendo ser castigado, se aserco a la cabra y de rodillas le dijo:
-Cabrita por favor perdona mi rudeza, no le dijas nada a mi padre sobre lo ocurrido-
La Cabra le respondió:
-Bueno no le diré nada, pero solo tenias que decírmelo-
ALEXANDER
No hay comentarios:
Publicar un comentario