CACHORROS AMIGOS
Pelusa, el perrito, se despierta temprano y de buen humor y saluda a los lechoncitos con un alegre "¡Buenos días!"
¡Guau! les dice.
Los tres chanchitos levantan la vista, pero están muy ocupados con su comida para responder a Pelusa. Si lo hicieran dirían algo así como "¡Oink! ¡Oink!"
Allá abajo, en la laguna donde los juncos se mecen suavemente al viento, los patitos nadan el el agua, felices con su ejercicio mañanero.
¡Cuá-Cuá! dicen, igual que Mamá Pata.
Estos caballitos son "petisos". Están detrás de una valla, en un lugar especial para ellos que se llama corral. Pronto crecerán y serán tan fuertes como para llevar a pasear a los niños. ¿No les gustaría dar un paseo a caballo?
Ahora Pelusa se escapa hacia el campo, donde retozan los corderitos. Cuando los corderitos crezcan, se convertirán en lanudos carneros. Pelusa hace oír su saludo amistoso: "¡Gua, guau!"
¡Bee-ee-e! responden los corderitos.
Que es como si dijeran "¡Hola!"
Aquí esta mamá Gallina con sus pollitos, que parecen pompones de plumón amarillo.
Hace apenas unos días, todavía estaban dentro de los huevos, esperando a que se rompiera el cascaron.
¡Piii, piii! dicen, buscando su comidita en la tierra.
A Pelusa, el cachorro, le encantaría que los terneritos jugaran con el; pero ellos prefieren quedarse echados bajo la sombra del árbol.
¡Oigan! Se siente un ruido, ¿verdad?
¡MUUU! Mamá baca no debe estar lejos.
Miren a los pajaritos en el nido, en lo alto de las ramas de un árbol. Los pichonsitos siempre tienen hambre y abren los picos bien grande para que mamá pueda alimentarlos con comodidad.
Cada día crecen mas y se hacen mas fuertes. Y un día podrían salir volando y se irían a construir su propio nido.
JOHN 5° AÑO
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